El secretario general de Industria, Raül Blanco, anunció que el Gobierno está ultimando una reforma de la Ley de Seguridad Nacional en la que se incluirá la creación de una reserva estratégica nacional para hacer frente a crisis y pandemias. El Covid-19 ha expuesto vulnerabilidades que afectan a la seguridad y al bienestar de los ciudadanos, como son la dependencia del abastecimiento exterior y la fragilidad del comercial internacional. Además, en el actual contexto geopolítico caracterizado por la inestabilidad y la creciente competitividad comercial, energética, tecnológica e industrial , se están produciendo tensiones que afectan severamente al flujo de suministros críticos a España.
Esto, en opinión del Gobierno, plantea la necesidad de encontrar soluciones para garantizar el suministro de recursos de primera necesidad y para ello se creará el Centro de Coordinación y Promoción de la industria estratégica que velará porque nuestro país pueda responder con eficiencia a los retos que surjan en este sentido.
Blanco afirma que, en situaciones como la que estamos viviendo con el Covid-19, «sabemos que la industria es la respuesta». Y esto se puede extrapolar a las catástrofes climáticas o la ciberseguridad.
El secretario general recalcó que «la industria va a estar en el centro de la respuesta». Pero esto es algo que se está trabajado a nivel europeo, ya que desde Bruselas están desarrollando su propia estrategia industrial para una menor dependencia de terceros para la fabricación de elementos como pueden ser, por ejemplo, los semiconductores. «Tenemos capacidad en España para tener toda la cadena de valor aquí».
Además, anunció que este semestre de la presidencia francesa de la Unión Europea se ha puesto el acento en esa autonomía estratégica por parte del país galo y, por ello, el próximo martes tendrán una reunión con «socios y países aliados» en un consejo informal de ministros de industria.
En este misma línea, algunos de los sectores estratégicos de la economía española expusieron los retos existentes para este 2022. La recuperación económica en 2021 se ha visto truncada por diferentes factores externos como el cuello de botella en la logística de suministros, la falta de materiales o el aumento del precio de la energía.
En el caso del sector químico, el presidente de Feique, Carles Navarro, aseguró que durante la pandemia «fuimos claves» y por ello «hemos superado con buena nota la fase del Covid» y en 2021 consiguieron situarse en cifras de antes de la pandemia, por tanto esto lo hace clave en la economía.
Mauricio García de Quevedo, director general de la Federación Española de Industrias de Alimentos y Bebidas (Fiab), resaltó que la alimentación es «la cuarta potencia exportadora de la Unión Europea y la octava a nivel mundial», y esto lo convierte también en clave para la economía del país. A pesar de esto, aseguró que desde el sector están «muy ilusionados y muy preocupados al mismo tiempo» con lo que viene tras el Covid.
En esa radiografía por sectores, el presidente de Sernauto, Francisco J. Riberas, aseguró que el sector se vio muy afectado, sobre todo por la crisis de los semiconductores: «Este año no va a ser posible mantener el rítmo de 2021, esperamos una caída de la producción de un 1,5% o 2,5% o un estancamiento«, aseveró.
En una cosa estuvieron de acuerdo todos los presentes en la mesa, y es que los fondos Next Generation de la Unión Europea son ese paso para la transformación de la industria y, por ende, de la economía de nuestro país.
Aún así, la industria se enfrenta a una problemática muy importante: el coste energético que no baja de los 200 euros/ MWh e incluso ha establecido cifras récord el pasado año.
La carestía de la energía y los conflictos geopolíticos con Rusia suponen un escollo para la producción industrial. Carles Navarro, presidente de Feique, recalcó que en el sector químico «somos el principal consumidor de gas natural» y a estos niveles de coste «seguir produciendo es muy caro, por ejemplo se han dejado de fabricar fertilizantes o amoníaco», dijo. Todos sus compañeros de mesa coincidieron en lo mismo, en que el coste energético lastra la producción: «en origen, dos tercios del coste del cemento es la energía, la cerámica por ejemplo tiene el gas a 29 euros», aseguró el presidente de la patronal de la construcción, Pedro Fernández Alen.
Y a esto se suma que para las pymes se hace el camino todavía más cuesta arriba por este tema. El director general de Fiab lo ejemplificó con su sector: «nosotros tenemos 30.000 pymes y el coste energético llega a ser el 8% de la estructura de costes, esto es una fuerte presión y es difícil evitar que dichos costes se trasladen al consumidor».
Pero la lucha a nivel europeo no está funcionando. España está reclamando una reforma del mercado mayorista pero Alemania está en contra. En este aspecto también se puso sobre la mesa la necesidad de llevar a cabo una transición en materia energética que sea sostenible.
Todos los ponentes estuvieron de acuerdo en que hay que hacerla inmediatamente pero «hay que buscar un sentido a la transición», recalcó el presidente de Sernauto, Francisco J. Riberas. Explicó que «no podemos ver el mundo industrial como algo en contra de la transición verde» pero recalcó que esa transición tiene que ser «algo que nos haga competitivos». En este sentido reiteró que no tiene sentido apostar solo por el vehículo eléctrico «ya que provoca una caída de las ventas de automóviles y eso envejece el parque móvil, y los vehículos antiguos generan más emisiones que los de reciente fabricación».
En este caso, Carles Navarro sostuvo que está a favor de las subastas eléctricas que impulsan los grandes consumidores de electricidad, agrupados en AEGE, como solución y mencionó que hay que modificar el sistema de comercialización de derechos de emisión de CO2 para «limitar el volumen de compra» y así poder luchar contra la especulación.
Navarro explicó que el 70% de los derechos está en manos de agentes financieros que solo se dedican a comprar y vender y pidió que estos certificados tengan, a su vez, una fecha de caducidad.
Otro de los temas a abordar fue el problema en la cadena de suministros con los cuellos de botella vividos el pasado año. Esto ha provocado tensiones en todos los sectores. En el sector del automóvil sobre todo fue por la falta de semiconductores y otras materias primas, en la construcción se vieron afectados por la escasez de maquinaria, «el 40% han tenido que parar el trabajo», aseguró Pedro Fernández Alen, presidente de la CNC.
‘Next Generation’
Estos fondos también rondaron la mesa ya que cada uno de los presentes se mostró optimista con este plan. Aseguraron que son «clave» para el cambio en la economía del país.
La reciente aprobación del PERTE agroalimentario ha sido una noticia muy positiva para el sector. El director general de Fiab, Mauricio García, resaltó que están de acuerdo con la interlocución pero tienen dos preocupaciones: «la dotación económica y el modelo de gobernanza». Por su parte, Carles Navarro aseguró que apoyarán todos los PERTE que tengan que ver con materia industrial y resaltó que el referente a la Economía Circular «nos parece muy importante» y coincidió con García en la problemática de la financiación.
Por su parte, Francisco J. Riberas, presidente de Sernauto, aseguró que desde el sector están «ansiosos» por el PERTE de la automoción y reiteró que «es fundamental que todo tenga una estrategia a largo plazo».
En esta línea, el secretario general de Industria aseguró que en las próximas semanas se lanzarán las convocatorias para la cadena de suministro y con las propuestas de las empresas se decidirá la ubicación de la futura fábrica de baterías para vehículos eléctricos.
Finalmente, el presidente de la CNC, Pedro Fernández Alen, también ve con optimismo la llegada de fondos pero reiteró que hay que solucionar la baja capacidad ejecutoria del país: «hay adjudicaciones que se quedan desiertas porque se hacen a precios de 2017» dijo. Y recalcó que los fondos «deben ser permeables, y llegar hasta las diputaciones o los ayuntamientos», además de actualizar los costes.
En este sentido, el secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Raül Blanco, aseguró que la ejecución está siendo ágil y se está trabajando «con una óptica a largo plazo».
La mesa redonda culminó con la reforma laboral, la cual valoraron todos los presentes, sobre todo por la presencia del diálogo social para llevarla a cabo. «Esta reforma laboral tiene una cosa positiva, no le gusta a nadie, eso determina un consenso y es positivo», aseguró Francisco J. Riberas, Presidente de Sernauto. Por su parte, Carles Navarro, presidente de Feique, resaltó que en el tema de la primacía de los convenios autonómicos sobre los nacionales es algo con lo que no están de acuerdo. En la industria química «hemos conseguido aunar nuestro convenio y que las empresas químicas se pudieran implantar en buena parte del territorio». Su preocupación ahora es «la fragmentación del mercado».
Por último, el director de elEconomista, Amador G. Ayora, clausuró el acto asegurando que estos sectores (química, alimentación, automoción y construcción) «están aguantando bien la crisis» y pidió «que no se haga política con los fondos NextGen» al tiempo que arrojó una visión optimista en un «año complicado que seguro que lo pasaremos y saldremos de la crisis más fuertes».
Los sectores más productivos pesan poco en la economía
Los sectores estratégicos deben venir determinados por criterios económicos como la productividad, la resiliencia y centralidad, según el Banco de España. Así lo resaltó la subgobernadora de la entidad, Margarita Delgado, durante su intervención en la apertura del la jornada celebrada ayer por elEconomista titulada Sectores estratégicos de la economía española.
En su esmerada intervención, la subgobernadora intentó aportar luz a la compleja definición de sector estratégico. Delgado aseguró que el carácter estratégico de un sector debe venir determinado por distintos criterios «que pueden ser múltiples y estar interconectados». En líneas generales, estos criterios pueden ser económicos, geopolíticos y de cohesión (social, territorial…).
Centrándose en el aspecto económico, la subgobernadora del Banco de España resaltó tres aspectos que hacen estratégico a un sector: Productividad, resiliencia y centralidad.
En el caso de la productividad, el Banco de España incluye también la capacidad innovadora de una rama de actividad, el capital humano como elemento esencial en la producción y la asimilación de nuevas ideas y, por último, el potencial para la reasignación de recursos.
En el caso de la resiliencia, Delgado contó que está relacionada con «la capacidad que tiene un sector de resistir el impacto de perturbaciones y recuperarse rápidamente de dicho impacto». Por último, en el caso de la centralidad, Margarita Delgado comentó que desde el Banco de España se refieren a este concepto como las interacciones que tiene el sector analizado con otros sectores y «por su contribución a la cadena de valor«.
El Banco de España ha estado trabajando recientemente en la clasificación de los distintos sectores de actividad según su posicionamiento de acuerdo a estas tres premisas. Como conclusión a este informe, Margarita Delgado resaltó que «los sectores mejor clasificados para contribuir al crecimiento de la productividad y a la capacidad de resiliencia son los que, a día de hoy, presentan baja centralidad y peso relativo bajo en la economía española», mientras que los sectores estratégicos de la economía de los países de nuestro entorno, en la economía española «tienen menos peso».
Delgado clausuró su intervención asegurando que es fundamental «aprovechar al máximo» la oportunidad que otorgan los fondos Next Generation de la Unión Europea.
- Noticia completa en El Economista: https://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/11588469/01/22/La-industria-espera-que-los-cuellos-de-botella-sigan-todo-este-ano.html
- Vídeo La industria espera que los cuellos de botella sigan todo este año https://dai.ly/x87dvaj
- Si te lo perdiste, puedes visionar la jornada completa en streaming: https://dai.ly/x87dvk2