Relevantes representantes del sector químico y del entorno industrial han compartido en el espacio Smart Chemistry Smart Future, en el marco de Expoquimia (Fira de Barcelona), su visión y análisis sobre los desafíos que la industria química tendrá que afrontar en los próximos años para completar su transición hacia la neutralidad climática y la circularidad ante los ambiciosos objetivos del EU Green Deal. Palancas como el desarrollo de tecnologías clave para la descarbonización como la captura, almacenamiento y uso del CO2 (CAUC), el hidrógeno renovable o las tecnologías de reciclado químico, el reto de la electrificación están llevando a las empresas del sector a redefinir sus modelos de producción, de negocio y sus decisiones de inversión.
La mesa redonda “La Industria Química ante los Retos del Green Deal”, que ha sido moderada por Juan Antonio Labat, director general de Feique, ha contado con la participación de Teresa Rasero, presidenta de Feique y de Air Liquide España; Adriana Orejas, Presidenta de la Plataforma Tecnológica y de Innovación de Química Sostenible SusChem España y Energy Transition Tech Director de Repsol; Ignasi Cañagueral, Director de Dow Tarragona, Presidente de AEQT y de ChemMed Tarragona; y Vicente Cortés, Presidente de INERCO.
Como principales conclusiones, se ha señalado la necesidad de que España no pierda el tren con respecto a otros países para impulsar y atraer las inversiones necesarias para el desarrollo de las diferentes tecnologías de descarbonización para lo que resulta imprescindible, entre otras cuestiones, la simplificación regulatoria. Asimismo, ha quedado patente que la electrificación de la industria, imprescindible para su descarbonización, tendrá que ir acompañada de precios competitivos de la electricidad para poder abordarse, como también resulta indispensable dejar a las diferentes tecnologías competir y permitir el desarrollo de tecnologías puente necesarias también en esta transición.
A su vez, este nuevo ecosistema tecnológico, que incentivará puestos de trabajo y traccionará a otras cadenas de valor, requerirá de la atracción de talento de nuevos perfiles profesionales con nuevas competencias laborales.
«Tenemos deberes como país y la #industria tiene ganas y la oportunidad para desarrollarnos como la gran potencia energética que podemos ser. Para ello, también es indispensable atraer al talento necesario para llevarlo a cabo”, ha concluido Teresa Rasero, presidenta de Feique.
Inversión, competitividad y simplificación regulatoria
El pasado año, el Consejo Europeo de la Industria Química (CEFIC) publicó un informe en el que destacaba que, para descarbonizar la industria química europea, serían precisas inversiones cercanas al billón de euros hasta 2050.
En este ámbito, se estima que el sector químico español necesitará invertir entre 70.000 y 100.000 millones de euros hasta 2050 para completar su transformación, para lo que resulta imprescindible que sea una industria muy competitiva a escala global capaz de generar buenos resultados y amplios retornos y que se vea acompañada de líneas de apoyo e incentivos eficaces.
En este sentido, la presidenta de Feique, Teresa Rasero, ha recalcado la necesidad de simplificar la regulación europea y que ésta apoye realmente a los proyectos industriales para que se desarrollen a tiempo. “La industria que queremos en Europa tiene que ser competitiva porque si no, no va a estar aquí. Las inversiones tienen que llegar en el momento adecuado porque de lo contrario, sufriremos un gran retraso frente a otros países. Es una oportunidad para crear puestos de trabajo y cadenas de valor”, ha señalado.
Hacia las tecnologías químicas para la descarbonización
Por otra parte, tal y como señala el informe de CEFIC, la descarbonización de la industria química no es únicamente una cuestión de inversión de capital, sino de desarrollar tecnologías y nuevos procesos.
En ese sentido y para poder avanzar hacia la neutralidad climática en 2050, es fundamental dejar competir a las tecnologías y, tal como ha subrayado Ignasi Cañagueral, no desdeñar el uso de tecnologías bajas en carbono y aprovechar su gran potencial: “las tecnologías puente nos permitirán descarbonizar nuestros crackers y preservar así la autonomía estratégica del sector químico”. “Todos tenemos el horizonte en 2050 y en la necesidad de afrontar el cambio climático a través de la descarbonización y de la circularidad pero tenemos que utilizar las tecnologías puente existentes y esas inversiones serán las que nos llevarán a esa situación”.
En esa misma línea, Vicente Cortés, presidente de Inerco, ha incido en la necesidad de potenciar el desarrollo de todas las tecnologías químicas disponibles para conseguir las emisiones netas ero que requiere Europa.
Por su parte, Adriana Orejas, presidenta de SusChem ha subrayado que, además de seguir avanzando en la eficiencia energética en el ámbito industrial, donde todavía hay margen de mejora, la solución para determinados procesos y sectores, para los que no resulta posible abatir el carbono, está en la captura y almacenamiento del CO2 con la vista puesta en su posterior uso (tecnologías CCUS), por ello, resulta imprescindible que estén contempladas en la hoja de ruta de la descarbonización. Y especialmente importante también su conversión a materia prima “hay que apostar también por el uso del CO2 puesto que al final, es mejor que sea una oportunidad a que sea un coste”.
La presidenta de SusChem España también ha incidido en que es necesario seguir apostando por un impulso importante de las renovables, que, aunque parecen ya muy maduras, aún tienen muchos retos por resolver, como la eficiencia de su almacenamiento o el coste, sin embargo, resultan habilitadores imprescindibles de la ruta de la electrificación.
En ese sentido, se ha incidido en la necesidad de que, en esa ruta tecnológica hacia la descarbonización hay que abordarla siendo competitivos, especialmente frente a países como EE.UU o China, que han desplegado un nivel de apoyo financiero a proyectos de inversión nunca visto, por lo que el impulso de medidas regulatoria de apoyo financiero a la inversión en estas tecnologías es clave.
Por otra parte, el hidrógeno verde, como vector energético de futuro, es imprescindible pero tiene retos por resolver en cuanto a costes y disponibilidad de renovables. “Para que el hidrógeno renovable tenga cabida, hay que crear demanda y para ello tiene que tener un precio competitivo y empezar por el hidrógeno bajo en carbono aprovechando todo esos efluentes que tiene la industria”, ha señalado Teresa Rasero.
En ese sentido, Vicente Cortés ha destacado el hidrógeno renovable como un reto esencial para lo cual será necesario tener disponibilidad de electricidad renovable en ingentes cantidades.
La electrificación, como habilitador imprescindible de la descarbonización, supone un reto mayúsculo puesto que los precios de la electricidad siguen sin ser competitivos, y entre 4 y 5 veces por encima de los de EEUU mientras que el mercado es el mismo. “La reforma del mercado eléctrico de Europa es insuficiente y tiene todavía muchos retos sobre la mesa. España tiene potencial”, ha señalado Teresa Rasero, quien, ha apuntado que necesitamos energías competitivas para poder realizar esta transición.