La segunda edición de los premios a la mejor práctica de Economía Circular en España, organizados por BASF y el Club de Excelencia en Sostenibilidad, ha vuelto a ser todo un éxito, ya que se han recibido más de 150 candidaturas de proyectos e iniciativas que contribuyen a circularizar la economía, y que hacen frente al desafío de los recursos naturales limitados, aumentando de forma significativa las candidaturas recibidas en la primera edición. Sumadas a las 100 candidaturas de la edición anterior, los premios han recogido ya más de 250 proyectos y buenas prácticas de economía circular de distintas organizaciones en España.
La economía circular es uno de los grandes pilares de la estrategia del Grupo BASF, que sitúa uno de sus focos prioritarios en la investigación y la innovación para hacer frente a los retos de la energía inteligente, la alimentación, la movilidad o la vida urbana. BASF incorpora el principio de circularidad tanto en sus procesos como en sus productos. De esta manera, la empresa ha lanzado en estos últimos tiempos proyectos innovadores como Chemcycling, basado en el reciclaje químico. Este proceso permite convertir los residuos plásticos en materia prima, circularizar un residuo que terminaba en incineración o vertedero y, a la vez, reducir su necesidad de recursos fósiles para nuevas producciones. Al mismo tiempo, la economía circular es protagonista de los productos que BASF fabrica y que, posteriormente, terminan en la sociedad. Las cápsulas de café compostables hechas con ecovio® (un plástico biodegradable y compostable que no genera residuo) o las nuevas Adidas FutureCraft, creadas con un innovador sistema que permite reciclar el 100% de las zapatillas viejas y reconvertirlas en un nuevo calzado; son dos ejemplos de cómo BASF incorpora la circularidad en su desarrollo de productos.
En esta segunda edición de los premios, además de recibir una veintena de artículos que favorecen la difusión de la economía circular y sus ventajas entre los medios españoles y el mismo número de iniciativas formativas en la materia, las candidaturas de proyectos y propuestas recibidas se basan en los distintos modelos de negocio circulares:
Suministro circular: aprovechamiento de materiales reciclados, reutilizables, en lugar de materiales nuevos. De las candidaturas recibidas un 17% se basan en este modelo de negocio circular.
Recuperación de recursos a través de procesos innovadores que permitan impactar de forma positiva en la cadena de valor. De las candidaturas recibidas un 31% se basan en este modelo de negocio circular.
Extender la vida del producto a través de la recuperación, reventa o la innovación y el eco-diseño. De las candidaturas recibidas un 21% se basan en este modelo de negocio circular.
Plataformas para compartir productos o servicios: conectar a usuarios para fomentar el uso compartido de diferentes productos y/o servicios que minimicen el impacto ambiental. De las candidaturas recibidas un 11% se basan en este modelo de negocio circular.
Productos como servicios: ofrecer servicios de pago por un producto manteniendo la propiedad del mismo para la posterior recuperación de los recursos. De las candidaturas recibidas un 8% se basan en este modelo de negocio circular.
Innovación en procesos mediante la producción en ciclo cerrado, con el objeto de maximizar el uso de los recursos y minimizar el impacto ambiental. De las candidaturas recibidas un 12% se basan en este modelo de negocio circular.
El jurado, cuyo fallo dará a conocer antes de finalizar el año, está formado por expertos del ámbito empresarial, académico e institucional y con representación de los ganadores de la primera edición. Ellos evaluarán cada una de las candidaturas postuladas en las diferentes categorías y se tendrá en cuenta la visión estratégica de la Economía Circular, el impacto económico, social y ambiental; la perdurabilidad en el tiempo; la replicabilidad del modelo; el carácter innovador de la propuesta; el alcance del proyecto; la diseminación en la cadena de valor; y la existencia de indicadores de seguimiento.