La industria química europea ha sido considerada durante mucho tiempo la columna vertebral de la economía europea, puesto que genera 19 millones de puestos de trabajo de manera directa e indirecta a través de sus cadenas de suministro y contribuye significativamente a la economía de la UE. Sin embargo, los altos costes de la energía, la dependencia de las materias primas y la disminución de las cuotas de mercado son algunos de los desafíos que afronta el sector. Un sector, orientado a la exportación, el comercio libre, justo y sostenible, como factores clave para fortalecer la competitividad.
En el último encuentro digital organizado por Consejo Europeo de la Industria Química (CEFIC) se planteó cómo aprovechar mejor el potencial de los Tratados de Libre Comercio y se expuso la necesidad de llegar a acuerdos comerciales con otras regiones para generar resiliencia en la industria química europea, y por tanto en la economía de la UE potenciando así la autonomía estratégica, puesto que empresas de todos los tamaños fabrican productos químicos que constituyen la columna vertebral industrial de Europa.
Bernd Lange, miembro del Parlamento Europeo y presidente de la Comisión de Comercio Internacional (INTA), instó a acelerar las negociaciones para nuevos acuerdos comerciales y también a repensar su enfoque dado el nuevo contexto geopolítico: «una nueva narrativa de seguridad y sostenibilidad basada en acuerdos comerciales es una respuesta a la actual fragmentación [de la globalización]«.
Por su parte, Judith Kirton Darling, directora general adjunta de industriALL, destacó las exportaciones de primer nivel de la industria química, que proporcionan empleos muy necesarios y altamente cualificados. Sin embargo, incidió en que estamos en un “momento crítico” con altos precios de la energía en Europa, junto con un entorno geopolítico extremadamente complicado para muchas industrias de uso intensivo de energía: “millones de empleos en la industria química europea dependen en gran medida de un comercio abierto y justo. Es vital y urgente adoptar un enfoque integrado de política industrial y comercial. Creemos que garantizar empleos industriales de calidad en Europa debe ser una brújula para dicho plan industrial. Los trabajadores europeos necesitan igualdad de condiciones con buenos empleos a lo largo de las cadenas de suministro globales. El comercio es el medio y no el fin”.
Para combatir la caída de la cuota de mercado global de la industria química en los últimos años, Denis Redonnet, director general adjunto de la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea, hizo un llamamiento a los acuerdos de libre comercio, que apoyan el sistema mundial de normas comerciales, esencial para mantener, e incluso mejorar, la competitividad de la industria: «mantener la competitividad global requiere políticas adecuadas, incluidas políticas comerciales que apoyen este esfuerzo (…) Significa consolidar la Organización Mundial del Comercio y que nuestros acuerdos comerciales estén al servicio de nuestras industrias globalmente competitivas«.
Además de depender de las exportaciones, la industria química de la UE depende en gran medida del acceso a los suministros de materias primas. Teniendo en cuenta los limitados recursos naturales de Europa, los ponentes coincidieron en que, a través de los acuerdos de libre comercio, se pueden reducir las desventajas estructurales para diversificar los suministros y asegurar el acceso a los mercados globales.
Daniel Cascales Núñez, director general adjunto de la Dirección General Adjunta de Comercio Internacional de Bienes (España), añadió: «creemos que la promoción de la diversificación de las cadenas de suministro y los mercados de exportación de la UE es crucial y las materias primas críticas son esenciales para una amplia gama de sectores estratégicos«.
En este sentido, el presidente del Grupo de Trabajo de Política Comercial del Cefic, Jan von Herff, reafirmó la necesidad de un comercio abierto con socios comerciales estratégicos como Estados Unidos, Mercosur, India, ASEAN y África, que debería complementarse con una reducción de las barreras no arancelarias: “las barreras no arancelarias crean graves desventajas para las empresas de la UE en los mercados de los socios de TLC y más allá. Esto es, por supuesto, esencial para que las empresas europeas accedan a estos mercados”.
Los ponentes coincidieron en la necesidad de una política comercial proactiva y sólida para afrontar los desafíos, fomentar la innovación y asegurar un futuro sostenible para este sector esencial y su fuerza laboral europea. En un mundo marcado por la crisis, la industria química de la UE se encuentra en una encrucijada. A medida que la industria mira hacia nuevos horizontes, la implementación de estas recomendaciones resulta fundamental para fortalecer su posición en el escenario global.
- Leer la opinión del Cefic sobre la agenda de libre comercio de la UE
- Noticia original en inglés