La química es la principal herramienta de la que dispone el ser humano para crear e innovar, con el apoyo de otras ciencias. Así, será la química la que nos permitirá seguir dando soluciones sostenibles a las demandas de una población creciente.
¿Cómo alimentaremos a los más de 10.000 millones de habitantes que poblarán La Tierra en 2050? ¿Cómo erradicaremos las enfermedades actuales y aquellas que aún no conocemos? En definitiva, ¿cómo podremos ofrecer a cada una de las personas que pueblan el planeta un nivel y calidad de vida suficientemente dignos?
A pesar de su silencioso protagonismo, la Química está en la base de prácticamente todos los avances científicos, tecnológicos e innovadores que permiten el progreso de la Humanidad. Sin su constante y relevante contribución, tanto en el pasado como en el futuro, el hombre no habría podido alcanzar, a lo largo del tiempo, una mayor esperanza y calidad de vida.
La industria química fabrica los productos y tecnologías innovadoras que garantizan nuestra calidad de vida cubriendo desde las necesidades más básicas, como la protección de la salud, la alimentación, o la higiene, hasta aquéllas que nos permiten disfrutar de un mayor bienestar a todos los niveles.
Sin las aportaciones de la química y la industria que la desarrolla, nuestra esperanza de vida apenas superaría los 40 años, y es esta ciencia la que cura nuestras enfermedades, multiplica el rendimiento de las cosechas y nos permite disponer de agua potable.