Madrid, 30 de enero de 2025.- Ayer, 29 de enero, la presidenta Ursula Von der Leyen, presentó la esperada Brújula de Competitividad, la primera gran iniciativa de la nueva Comisión Europea, que establece la competitividad como uno de los principios generales de actuación de la UE para 2024-2029, y que resalta el papel central de la industria química como proveedor de productos esenciales para el conjunto de la industria manufacturera europea.
La Brújula marca el camino para que Europa se convierta en el lugar donde se inventen, fabriquen y comercialicen las tecnologías, los servicios y los productos limpios del futuro, al tiempo que se convierte en el primer continente con neutralidad climática. Así, plantea tres áreas de actuación para reactivar el crecimiento: Innovación, Descarbonización y Seguridad, con el objetivo de impulsar la competitividad, y cinco Facilitadores Horizontales: Simplificación, Reducción de los obstáculos al mercado único, Financiación de la competitividad, Fomento de las cualificaciones y el empleo de calidad y Mejora de la coordinación de las políticas a nivel nacional y de la UE, para apuntalar la competitividad en todos los sectores.
El sector químico, junto con otras industrias intensivas en energía, como la siderurgia y la metalurgia, reciben especial atención en la Brújula de Competitividad, por su papel como proveedores de productos esenciales para el conjunto de la industria manufacturera europea y por sus necesidades especiales en materia de descarbonización. En este sentido, tal y como se recogía en las Orientaciones Políticas de la Comisión Europea 24-29, la Brújula de Competitividad anticipa, para finales de 2025, un plan de acción a medida para el sector: el paquete sobre la industria química.
Esta iniciativa tendrá una importancia clave para garantizar la competitividad de la industria, así como para la protección de la salud humana y el medio ambiente, contemplando también el suministro de productos químicos estratégicos.