Madrid, 10 de marzo – CEOE ha organizado el encuentro Implicaciones del paquete Fit for 55 para España, en el que Feique ha participado analizando los retos y oportunidades que supone para el sector químico, y muy en concreto, la revisión de la Directiva ETS y el Mecanismo de ajuste de carbono en frontera (CBAM). La jornada ha contado con la inauguración de Sara Aagesen, secretaria de Estado de Energía, y con Mª José Rallo, secretaria general de Transportes en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en la clausura.
El Fit for 55 es un paquete legislativo que revisa las principales iniciativas en materia de clima y energía para poder cumplir con el ambicioso objetivo de reducción de emisiones del 55% en 2030 con respecto a 2005 y el objetivo de cero emisiones netas en 2050. Por su parte, la industria química es un sector totalmente comprometido con la neutralidad climática tanto de sus propios procesos y productos, como en la búsqueda de soluciones innovadoras para lograr también que el resto de sectores económicos contribuyan a alcanzar la neutralidad climática.
Laura Castrillo, directora de Asuntos Industriales de Feique, ha participado en la mesa Nuevos objetivos climáticos y herramientas para alcanzarlos, en la que también ha intervenido Beatriz Yordi, directora de Mercados de Carbono y Movilidad Limpia de la DG de Acción por el Clima de la Comisión Europea. Según ha apuntado Castrillo, uno de los principales ámbitos de actuación para el sector químico se centra en la reforma de la Directiva de Comercio de Derechos de Emisión (ETS) donde el gran reto está en mantener su competitividad a la vez que se reducen las emisiones de CO2: “en este sentido, es fundamental mejorar aún más la protección contra la fuga de carbono, ya que nos encontramos en un momento en que las empresas químicas tendrán que invertir masivamente en su transformación, en un contexto de creciente asimetría en la fijación de precios del carbono entre Europa y el resto del mundo”.
Asimismo, Castrillo ha incidido en que se tienen que dar ciertas condiciones necesarias dentro del Sistema Europeo de Comercio de Derechos de Emisiones (ETS) para permitir a la industria química invertir en nuevas tecnologías bajas en carbono, manteniendo la igualdad de condiciones frente a sus competidores de terceros países y evitando la fuga de carbono.
En cuanto a las oportunidades, ha recalcado que la revisión de la Directiva ETS debería ayudar al sector químico a invertir e implementar tecnologías innovadoras: “vemos con gran satisfacción la propuesta de la Comisión de garantizar que los ingresos de las subastas del ETS recaudados por los Estados miembros se utilicen para fines relacionados con el clima y, en ese contexto, agradeceríamos una referencia clara al apoyo a la innovación industrial de los sectores ETS”.
Por otra parte, Castrillo ha realizado un análisis de posición del sector químico sobre el Mecanismo de ajuste de carbono en frontera (CBAM) incidiendo en que, a medida que aumentan los riesgos de fuga de carbono para la industria química, por su intensidad comercial y energética, resulta esencial una prevención eficaz para la transformación del sector: “las medidas continuas y efectivas contra la fuga de carbono son cruciales para asegurar las inversiones masivas en la industria necesarias para lograr la transición climática”.
Para concluir, ha puesto de relieve que la actual propuesta es insuficiente para reemplazar los derechos de emisión gratuitos actuales del ETS y la compensación de costes indirectos que mitigan de manera efectiva los riesgos de fuga de carbono.
Las mesas redondas que han tenido lugar, han contado con la participación de Beatriz Yordi, directora de Mercados de Carbono y Movilidad Limpia de la DG de Acción por el Clima de la Comisión Europea; Yolanda García, jefa de Unidad Adjunta en la DG de Energía de la Comisión Europea; y David Benito, subdirector general de Transporte Aéreo en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, junto a representantes de distintas organizaciones sectoriales.