9 de octubre Madrid – La Industria Química en colaboración con el Ministerio del Interior han organizado la Jornada Informativa “Control Técnico al Comercio de Precursores de Explosivos”, como continuación de las realizadas en 2018, en la que se ha informado acerca de las nuevas obligaciones del Reglamento 2019/1148 respecto a la comercialización de las sustancias, preparados, formulados, disoluciones, etc. catalogadas a lo largo de toda la cadena de suministro como precursores de explosivos. Asimismo, en el marco del encuentro se han trasladado recomendaciones a las empresas sobre cómo prepararse ante una inspección de control de precursores de explosivos.
El encuentro ha sido inaugurado por Juan Antonio Labat, director general de Feique, y Francisco Jesús Montes López, Jefe de la división contra el crimen organizado del CITCO del Ministerio del Interior, que han destacado la importancia de la colaboración del sector químico como cabeza visible en lo alto de la cadena de suministro con nuestras autoridades para lograr la total implicación de todas las empresas que pongan a disposición de un usuario algún precursor de explosivos y que conozcan sus obligaciones en relación a estos productos para evitar que sean utilizados en la fabricación ilícita de explosivos.
Durante la jornada, representantes de las autoridades del Área de Precursores del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, organismo dependiente del Ministerio del Interior, han expuesto, junto con expertos de la industria química, una visión detallada de aspectos relacionados con la normativa nacional sobre precursores de explosivos, sobre el nuevo Reglamento Europeo 2019/1148 de Precursores regulados (restringidos o notificables) y sobre transacciones sospechosas.
Se ha contado con la participación de una experta del despacho de abogados Ceca Magán que ha informado sobre aspectos a tener en cuenta ante una eventual inspección de una instalación industrial u oficina de una empresas química y desde la parte de la industria Feique ha destacado la existencia del Convenio de colaboración voluntaria frente al desvío de sustancias químicas no catalogadas, susceptibles de ser utilizadas en la fabricación ilícita de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.