Madrid, 26 de mayo – Hoy 26 de mayo, la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados ha debatido y aprobado la PNL presentada por el Partido Popular para el impulso de las tecnologías de reciclado químico de plásticos.
La aprobación de esta Proposición no de Ley supone un primer paso para crear un entorno favorable que permita atraer inversiones a las empresas químicas para implementar a escala industrial estas tecnologías innovadoras, en las que el sector químico lleva tiempo trabajando con éxito.
En dicha PNL se insta al Gobierno a establecer regulatoriamente una definición abierta de tecnología de reciclaje para atender las distintas modalidades de reciclaje y fomentar el uso de productos valorizados de los residuos del plástico. Asimismo, solicita la promoción de medidas que favorezcan la competitividad de la industria química innovadora dedicada a la búsqueda de soluciones para cumplir los objetivos de reciclado y valorización de los residuos del plástico. Para ello, se invita a potenciar políticas público-privadas de apoyo a la investigación e innovación en nuevas tecnologías de reciclaje de residuos y, especialmente, de residuos plásticos, y generar economías de escala mediante el aumento de la capacidad de reciclado con las nuevas tecnologías para satisfacer la demanda.
Por otra parte, la Propuesta insta a que se utilicen los fondos de recuperación para impulsar proyectos que promuevan el reciclado químico de residuos para evitar que toneladas de plástico acaben en vertederos y se aproveche la capacidad de transformación de la economía circular en la recuperación de España.
Tal y como señala la exposición de motivos de esta Proposición No de Ley, la generación de los desechos plásticos es un desafío económico, social y ambiental global de primer orden y, en este sentido, cada vez son mayores las exigencias respecto a la cuota de material que debe ser reciclado e incorporado en nuevos productos, la reducción de volumen a vertedero, los requisitos a nivel de diseño para que sea fácil su incorporación a la cadena de reciclado, también denominada reciclabilidad.
La primera Estrategia sobre los plásticos a escala europea de 2018, denominada Una estrategia europea para el plástico en una economía circular, recoge las aspiraciones que la Comisión venía proponiendo desde años atrás, y se marca los objetivos de que todos los envases de plástico del mercado de la Unión Europea (UE) sean reciclables o reutilizables antes de 2030, que se reduzca el consumo de plásticos de usar y tirar y que se restrinja la utilización deliberada de microplásticos.
La propia Estrategia reconocía que menos del 30 % del plástico que se podría reciclar anualmente, se consigue recoger para reciclar. La Directiva (UE) 2018/852 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 2018, por la que se modifica la Directiva 94/62/CE, relativa a los envases y residuos de envases, concretaba los objetivos de la Estrategia con respecto al peso de reciclado para cada uno de los materiales de envases, siendo un 50 % de plástico para 2025 y al 55 % para 2030.
Alcanzar los ambiciosos objetivos que nos marcamos como Estados miembros de la UE obliga a optimizar los procesos de recogida actuales y a innovar en la aplicación de nuevos mecanismos de reciclaje, para completar el reto de la circularidad en el final de la vida útil de los plásticos.
Se necesita incorporar al ciclo de la economía circular un mayor volumen de plástico reciclado y nuevas formas de valorización del residuo y para ello es preciso considerar diferentes alternativas tecnológicas, como las diferentes alternativas de reciclado químico. En este sentido, el reciclado químico es un conjunto de tecnologías y procesos mediante el cual se produce la descomposición del polímero del plástico, para conseguir moléculas simples, que pueden volver a integrase en el proceso de fabricación para obtener nuevo material plástico de calidad equivalentes al material virgen.
Existen diferentes métodos y todos son procesos complementarios al reciclado mecánico, ya que son aplicables a materiales para los que el mecánico no ofrece una solución en estos momentos. Además, los diferentes métodos de reciclado químico presentan ventajas significativas comparados con otras formas de tratamiento de los residuos plásticos al final de su vida útil pues no sólo reducen el uso de materias primas fósiles y de emisiones de CO2, y producen plásticos de calidad equivalente a los procedentes de materias primas vírgenes, sino que aportan valor a residuos plásticos que de otra manera acabarían en vertedero o incinerados.