Madrid, 18 de mayo de 2021- La Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique) y Arinsa, especializada en el asesoramiento jurídico laboral y la consultoría estratégica en materia de recursos humanos y relaciones laborales, han suscrito un convenio de colaboración por el que esta última adquiere la condición de Business Partner de Feique, con el objetivo de asesorar a las empresas del sector químico en cualquier materia relacionada con la aplicación del derecho laboral, así como en afrontar todo tipo de procesos de reorganización empresarial, tanto desde su vertiente legal como estratégica. El acuerdo ha sido suscrito por el director general de Feique, Juan Antonio Labat y el socio de Arinsa, Daniel Macho de Quevedo Gómez.
Con sede en Madrid, Arinsa viene prestando asesoramiento jurídico profesional a empresas y organizaciones empresariales en materia de derecho laboral y recursos humanos desde hace más de 40 años, destacando su actividad en el campo de la negociación de convenios colectivos, entre ellos, el Convenio General de la Industria Química Española.
En el ámbito institucional, Arinsa ha colaborado con las principales Organizaciones Empresariales, en particular en la asesoría estratégica laboral a CEOE y CEPYME, participando de forma directa en el diseño y negociación con el Gobierno y las Organizaciones Sindicales de los Acuerdos de Concertación Social que han informado nuestra legislación laboral en los últimos 30 años, lo que les ha permitido ser partícipes de los cambios operados en las relaciones laborales.
El Convenio sectorial de la Industria Química, uno de los más avanzados
El Convenio General de la Industria Química que regula las relaciones laborales dentro del sector afecta a los sectores encuadrados en las actividades económicas de Industria Química (CNAE 20), Farmacéutica (CNAE 21) y Caucho y Plástico (CNAE 22), que conjuntamente suman más de 300.000 asalariados directos.
Los contenidos negociados que integra el texto se adaptan a la situación de la economía en cada momento y recogen las demandas de la sociedad en el ámbito laboral, promoviendo el empleo estable y de calidad, y colocando a la Industria Química como motor económico-social de referencia en nuestro país.
Siempre se ha caracterizado por ser pionero en muchos ámbitos de calado social, por delante de la propia legislación, siendo uno de los más avanzados del conjunto de la industria. Desde su constitución en 1978, ha permitido garantizar la paz social del sector, el cual apenas ha registrado conflictividad relevante.