Madrid, 30 de noviembre de 2016.- El desarrollo y potenciación de la industria es una necesidad estratégica para nuestro país y una condición indispensable para generar crecimiento económico y empleo de calidad de forma sólida y estable, lo que contribuye de forma fundamental al bienestar social y a la sostenibilidad del sistema público de pensiones en beneficio de todos los ciudadanos. Si queremos garantizar un futuro para España, tenemos que garantizar el Futuro de su Industria.
Y baste como ejemplo decir que si aplicando las políticas adecuadas y al ritmo de crecimiento previsto para la economía, la industria lograra alcanzar el objetivo marcado por la U.E del 20% del PIB en España, esto se traduciría en la generación de 1,5 millones de empleos directos e indirectos en nuestro país. Y serían empleos además de calidad, el 90% de ellos indefinidos y de alta cualificación como son los que genera la industria y los servicios avanzados que demanda.
De ahí, la relevancia de asumir un verdadero compromiso de Estado para desarrollar y ejecutar una política industrial estable sostenida en el tiempo que trascienda a los eventuales cambios de signo político de los gobiernos. Existen múltiples factores que podemos mejorar, tal y como se refleja en la Declaración que acabamos de rubricar organizaciones sindicales y empresariales, y una política industrial adecuada es aquella que permita avanzar paulatinamente en todos ellos, estableciendo prioridades y desarrollando medidas concretas, que es lo pedimos con la asunción de un Pacto de Estado por la Industria por parte del Gobierno con el compromiso de todos los grupos políticos, los poderes legislativos, autoridades, instituciones y poderes públicos con competencias en el ámbito social o económico.
La mayor urgencia es garantizar el suministro energético a un precio competitivo, ay que disponemos de precios un 20% superiores como media a los de nuestros principales competidores. Sin electricidad y gas a precios competitivos no habrá futuro para la industria en España. También es necesario diseñar una política de infraestructuras logísticas y de transporte que considere el transporte de mercancías al mismo nivel que el de los pasajeros. La política de I+D+I y Desarrollo Tecnológico y Digital tiene que cumplir dos factores esenciales: orientarse preferentemente a la Pyme, y construir plataformas que faciliten la conexión entre la oferta y la demanda de innovación. Es también indispensable impulsar una política de formación y empleo que garantice el desarrollo del talento y de la capacitación de los trabajadores a lo largo de la vida laboral.
Otro aspecto esencial para el futuro de la industria y del conjunto de nuestro tejido empresarial es el de mejorar la regulación que nos afecta, lo que implica proteger los principios de unidad de mercado a escala nacional y europea, evitar la inseguridad jurídica que genera la sobrerregulación y modificación constante de la normativa. Por lo que respecta al Comercio exterior, y teniendo en cuenta el espectacular avance exportador que ha experimentado la empresa española el Gobierno de España debe impulsar en el ámbito europeo la necesidad de reforzar los instrumentos de defensa comercial.
Por otra parte, es necesario hacer patente la urgencia de tener una visión estratégica para la industria en nuestro país y para ello, exponemos la necesidad de coordinar las políticas de cambio climática, energía e industria para así poder liderar el cambio que forzosamente se avecina y no acabar siendo víctimas del mismo. La industria debe estar liderando este cambio si queremos mantener nuestra potencia económica como país.